Montaje 5

Fluxus aparece como un movimiento disruptivo de los paradigmas artísticos, ya que busca alejarse de las tradiciones hegemónicas realizando una crítica al arte elitista por ser excluyente a la mayoría del público. Intentan expandir los conceptos que se tienen sobre el arte y acercar el hacer artístico con la vida cotidiana. Para lograr esto, recurren a la fusión de distintas disciplinas artísticas y la revalorización de la cotidianeidad.

El/a espectador/a cobra relevancia y su relación con el/a artista se vuelve más cercana, en la medida en que el público interfiere: la obra se completa con esta participación azarosa.

Por otro lado, el rol de los/as artistas deja de tener tanta relevancia, ya que al reformularse las categorías alrededor del hacer artístico, todos/as pueden ser artistas y todo puede ser categorizado como arte.

Fluxus no existe sin paradoja. Al igual que otros movimientos y grupos que surgieron a partir de la crítica a los paradigmas artísticos, terminan siendo absorbidos por las instituciones contra las que se rebelaron en un primer lugar.

De esta manera, las instituciones le otorgan a Fluxus un alto valor artístico, situándolo en una posición de élite dentro del ámbito del arte.
¿Qué propone Fluxus al arte?
¿Qué nos propone como espectadores/as?
¿Y como artistas?
¿Existe Fluxus sin paradoja?
Elegir una paradoja Fluxus. Exponerla.
Utilizar una obra fluxus para la argumentación.
Fluxus propone salir del modo tradicional de hacer y presentar el arte, buscando sacar de su posición hegemónica a la figura de artista, recuperando la cotidianeidad como fuente de inspiración al alcance de cualquier persona.

La paradoja se encuentra en que el/a artista continúa siendo un personaje esencial al momento de producir y presentar una obra, y que no es suficiente con la presencia del público. Si bien buscaban abolir ciertas nociones alrededor del quehacer artístico, queda en evidencia que tanto el arte como los/as artistas no pueden abolirse.
Recorrido sonoro